La infidelidad no necesita “papeles”. Tan solo un compromiso. Una
palabra a la que faltar. ¿Qué es un compromiso? ¿Salir con alguien? ¿Vivir con
los demás? ¿Contigo mismo? Cuando sales con alguien… ¿Puedes “hablar con otr@s”?
Si no sales con nadie… ¿Puedes ser fiel a ti mismo?
Concretemos un poco y dejemos la
amplitud del tema a la reflexión de cada uno. En el matrimonio o en la pareja
hay un compromiso de ¿qué? No está
escrito en ningún sitio que sólo puedas salir con ese alguien. Aunque puede
parecer que juegas a dos bandas, porque no está bien visto en nuestra sociedad.
¿Tiene nuestra cultura la
legitimidad suficiente para decidir sobre lo que está “bien” o “mal”? O, tal vez, tan solo quiera nuestra
sumisión a “su verdad”, la verdad del verdugo (que decide nuestra existencia).
Bobadas. Piénsalo por ti mismo.
¿Qué prefieres? Una pareja
totalmente fiel porque nunca estuvo físicamente con alguien, pero suspira cada
vez se cruza un varón o hembra. U otra que, habiendo tenido un desliz, sólo
piensa en ti.
Los “cuernos” son relativos. Hay
mil cosas que podrían ser o no ser cuernos, dependiendo del punto de vista de
cada persona. Según la definición del diccionario, si no hay matrimonio, no hay
cuernos. Por lo tanto, siempre que no estés casado puedes hacer lo que te dé la
gana. ¿Qué opinas?
¿Es o no para reírse? Por mucha
pareja, empapelada o no, que tengamos, las personas tenemos ojos en la cara.
Nuestras fantasías nunca impedirán mirar a otros tíos o a otras tías por el
simple hecho de estar “casado” con alguien. Y la “misma fantasía” de dos
personas puede llegar mucho más lejos.
¿A partir de qué momento
empezamos a considerar que estamos o nos están poniendo los cuernos? Porque hay
quien piensa que el simple hecho de pensar en otra persona ya es “como si le
estuviera poniendo los cuernos”.
Cuando vivía en pareja o, ahora
que vivo solo, ¿me ponía/me pongo los cuernos?: antes por mirar/pensar en Sharon Stone y, ahora, porque pienso más en
los demás que en mí.
¿Un beso son cuernos? ¿Un beso
inocente? ¿Un buen morreo? Pues, dicen que no hay cuernos si no hay sexo de por
medio. Total que cuando vivía en pareja… ¿mis masturbaciones implicaban algo? Y
ahora que vivo solo, con amantes en Elche, Valencia, Cádiz, Castellón, Almenara,
Ribarroja, Alicante, Castro Urdiales o Bilbao, ¿a quién he puesto los cuernos?
Sin ánimo de genialidad, más bien
de comicidad, elaboremos “La Teoría de la relatividad de los cuernos”. NO serán cuernos: si “practicamos” a distancia.
La “distancia” nos pone los cuernos a todos.