miércoles, 24 de abril de 2013

Soy impío




El pensamiento humano es tan contradictorio como enrevesado. Demostrar la existencia de Dios es tan imposible para el ateo como para el creyente (más allá de la fe de ambos). 

En Roma o Grecia clásicas, Zeus o Júpiter tampoco podían convocar todas las nubes y provocar lluvia. Tezcatlipoca, Inti, Shangdi, Shiva, Isis u Osiris consiguieron, fundamentalmente, aliviar la insignificancia del ser humano.

Parece claro que las religiones se apoyan en su “dios”, de igual forma que “yo” me apoyo apasionadamente en la lectura o el deporte. Pero, en mi lectura “yo” mismo interpreto. En mi deporte, “yo” mismo me canso.

La aparición de los “intermediarios” con dios originó un irremediable “negocio”.

 

Fuentes: diversas páginas web sobre deidades antiguas




 

2 comentarios:

  1. esa es tu vida? la lectura...el deporte? y ya està?... lo siento

    ResponderEliminar
  2. Agradezco tu comentario. Escueto pero muy significativo... Tal vez como el resumen de mi vida (en la que solo caben realidades y lamento profundamente las "fantasías"que inculcan"). Un saludo.

    ResponderEliminar