viernes, 7 de junio de 2013

El cortejo


Las actividades sexuales de machos con hembras, en muchas especies, se solventan a través del cortejo. Los animales que cantan más enérgicamente y ostentan “coloraciones llamativas”  serán oídos o vistos desde lejos.

Este tipo de “exhibiciones” ayudan a la orientación y al encuentro entre los miembros de la pareja. Si los individuos “perteneciesen a especies distintas”; los cantos, plumajes ostentosos, aromas afrodisíacos no serán tenidos en cuenta. El cortejo del macho sirve para evitar las respuestas no sexuales por parte de la hembra.

Cuando un animal se comunica, modifica a corto o mediano plazo el comportamiento de otro animal de forma adaptativa y beneficiosa para ambos. Las complicadas señalizaciones que realizan los machos, es decir, las señales  pueden ser maternales, filiales, agresivas, defensivas o, directamente, sexuales.

Cada etapa del cortejo, depende del comportamiento de la hembra. El macho solo pasará a una segunda etapa de exhibición si observa determinada complicidad. Sucesivamente, los comportamientos de ambos se van sincronizando en el tiempo y determinando finalmente la cópula. Ningún animal que no esté fisiológicamente apto será admitido.

El cortejo o los cantos de los machos para atraer a las hembras son ejemplo de comportamientos típicos que permite conocerse y aislarse para permitir la cópula. La sincronía de ambos, la orientación femenina, la persuasión, la comunicación cómplice y el aislamiento final permiten a la mayoría de especies supervivir.
 
 

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