martes, 7 de mayo de 2013

IBES en el paraíso







Tres senadores, doce generales, dos obispos y una gran parte de la élite industrial francesa estaban envueltos en el escándalo (Francia en 1932). Mil personas eran culpables de un delito de evasión fiscal a través de entidades suizas.

Los pueblos soberanos, sus ciudadanos soberanos, sus representantes soberanos son pigmeos ante las acciones internacionales. Los paraísos fiscales se han insertado en la economía regular o legítima. Nunca han sido articulados desde una perspectiva jurídica unificada. Las iniciativas políticas, declaraciones, etc. caen en papel mojado dado que las prácticas reales que encuentran amparo en los paraísos fiscales permiten superar los obstáculos sin dificultad.

Los Estados que han optado por dar facilidades a este tipo de actividad y, ahora, sufrimos una auténtica dependencia económica de los capitales extranjeros que llegan al “paraíso” buscando ventajas fiscales y la opacidad que disfrutan estos sistemas.

Para algunos “paraísos” la atracción de capitales puede representar el 20 o 30% de su Producto Interior Bruto. Hay que esperar poca complicidad o cooperación para atajar la impunidad de muchas de las operaciones que huyen de la transparencia que exigen las regulaciones de los países avanzados.

¿Alguien puede creerlo?: “Estamos comprometidos a mantener el impulso en el tratamiento de los paraísos fiscales, el blanqueo de dinero, los procedimientos de la corrupción, la financiación del terrorismo y las normas prudenciales”(de prudencia bancarias)”. Declaración final de la cumbre del G-20 en Pittsburgh 26/09/2009.

El capitalismo clandestino. La obscena realidad de los paraísos fiscales. Thierry Godefroy, Pierre Lascoumes. Paidós, 2005

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